Saturday, March 19, 2005

MANAGEMENT – CONOCIMIENTO: APRENDIZAJE Y TIC

:::e Learning - Am�rica Latina:::

E-LEARNING
Existen diferentes concepciones de enseñanza a distancia, entre la que se encuentra la enseñanza virtual, también denominada e-learning, on-line learning, formación on line, formación por Internet, Web Based Training WBT o Web Based Instruction WBI. Donde estamos ante una forma de enseñanza a distancia con un uso predominante de Internet como medio tecnológico. Otras concepciones de enseñanza a distancia, más tradicionales, son la educción por correspondencia, la clase a distancia, la teleformación o la enseñanza semipresencial.

A pesar de que e-learning, formación on line o educación virtual pueden ser considerados sinónimos, en el español actual se ha detectado que en el ámbito empresarial se prefiera hablar de e-learning o formación on-line, mientras que en el mundo de las enseñanzas regladas se habla con mayor frecuencia de virtualización, enseñanza virtual o educación virtual.

La educación virtual se lleva a cabo a través de las llamadas plataformas de difusión del conocimiento, también denominadas en inglés Learning Management System (LMS), las cuales no son otra cosa que un paquete integrado de software alojado en un servidor al cual se accede desde los navegadores de Internet convencionales, sin que el usuario deba instalar en su ordenador ningún programa, y que incluyen todas las herramientas necesarias para ofrecer cursos a través de Internet o de una Intranet.

Entre las muchas cualidades que supone la enseñanza virtual, se encuentra la flexibilidad en la relación enseñanza-aprendizaje, lo que los anglosajones denominan "any where, any time". La Educación virtual está siendo cada vez más completa y sofisticada y son ya muchos los elementos que necesitan instrucción por parte de los expertos y que han venido a enriquecer sobremanera las posibilidades de esta modalidad de aprendizaje, como puede ser, por ejemplo, el libro electrónico o e-Book que, por sus enormes posibilidades didácticas, se está abriendo camino con fuerza en este nuevo escenario de enseñar y aprender.

B-LEARNING
Parece que el término “blended learning” apareció en escena para dar respuesta a las deficiencias mostradas por el e-learning, y que se viene interpretando, en general, como una idónea combinación de e-learning y c-learning (classroom learning).

Podemos, en efecto, convenir en que blended learning significa “aprendizaje combinado”, y en que la expresión se utiliza al hablar de métodos de aprendizaje; y también en que determinados objetivos y contenidos aconsejan combinar distintos métodos en diferentes proporciones.

En principio, el e-learning podría ser uno de los ingredientes y que se combina con las clases presenciales en aula, de modo armonioso y sinérgico. Podría haber otras combinaciones, pero parece que la expresión se viene utilizando especialmente para ésta.

Las jornadas en aula consiguen objetivos parciales de aprendizaje vinculados principalmente a la socialización e interiorización. Las sesiones ante la PC consiguen otros objetivos vinculados a la transferencia de información. Ambas partes deben conocerse y planificarse mutuamente para favorecer la sinergia.

No cabría, si hablamos de métodos de aprendizaje, que utilizáramos el aula para poner parches a los rotos o descosidos del e-learning, ni cabría lo contrario; porque si utilizáramos un método para cubrir las deficiencias de otro, estaríamos justamente declarando las deficiencias de uno de ellos.

COMPLEMENTACIÓN Y CONSIDERACIONES
Indefectiblemente el uso de la tecnología, las clases presenciales o ambas, dependerá en gran parte de tener cuenta factores distintos al método, por ejemplo:

• El grado de alfabetización digital de los discentes.
• Los acuerdos logrados sobre los contenidos de la capacitación. Vinculados a un diagnóstico previo de necesidades de capacitación.
• Las características más o menos teóricas de los contenidos.
• Las actividades más o menos prácticas de los contenidos.
• La necesidad de realizar actividades en equipo.
• Los requerimientos de socialización de conocimiento y las posibilidades de implementarlo mediante TIC.
• Las posibilidades de diseño de simulación.
• Los acuerdos entre diseñadores, instructores y clientes.

Podrá pensarse, por ejemplo, que determinadas lecturas propedéuticas encajan en la parte de e-learning como solución más rentable, y que el avance en temas complejos requiere la adecuada exposición didáctica y la interactividad espontánea del aula; aquí la parte introductoria debería haberse resuelto bien ante la PC y las clases en aula deberían empezar por donde les correspondiera y sin volver atrás más de lo justo.

Otras veces podrá alternarse, por ejemplo, la teoría en sala y algunos ejercicios on line o, al revés, la teoría on line y algunos ejercicios o prácticas en sala; aquí, igualmente, cada parte habría de resolverse en su tiempo, sin pasos atrás no deseables.

En realidad estas cavilaciones apuntan a la deseada eficacia de todos los esfuerzos de formación. Si un método estuviera resultando ineficaz, habría que preguntarse por qué, y no cargar sus deficiencias a la mochila de otro método.

En otras ocasiones, podrá pensarse que los temas son adecuados para el e-learning, pero que conviene verse en aula para aclarar dudas y sintonizarse; aquí ya estamos previendo que el e-learning dejará dudas y que nos tendremos que ver para resolverlas. Ante esta situación, no estoy segura de si se podría hablar de blended learning, o si se debería hablar simplemente de e-learning con parches o, más elegantemente, con periódica tutela presencial.

Aunque habrá otros punto de vista, quizá más acertados, la evolución de los hechos parece haber sido la siguiente en los cuatro o cinco últimos años:

• El e-learning surge con vocación de alternativa a la formación presencial.
• Las grandes empresas montan sus plataformas de e-learning y reducen sus programas presenciales.
• Los resultados del e-learning en muchas empresas resultan algo frustrantes.
• Se acaba reconociendo públicamente que los resultados del e-learning corporativo son, en general, algo frustrantes.
• Algunos agentes del sector empiezan a proclamar que lo que le falta al e-learning son clases presenciales de complemento (blended learning).
• Otros agentes insisten en que lo que le falta al e-learning es calidad, intensidad y eficacia didáctica.
• Se animan las voces, tanto de quienes proclaman el b-learning, como de quienes apuntan a una mayor calidad/eficacia de los contenidos que ofrece el e-learning...

La historia es, obviamente, bastante más compleja, y mi punto de vista no pasa de ser uno más, pero creo que hay muchos directivos y trabajadores que observan el e-learning corporativo con alguna prevención.

Yo no excluyo que, como consecuencia de la moda del blended, se tienda a combinar métodos como quien combina ingredientes en un plato de alta cocina; y aun cabe admitir, desde luego, que al hacerlo los resultados obtenidos sean satisfactorios. Aquí siempre hay que recurrir a la eficacia del aprendizaje, es decir, a ver si se alcanza lo que se pretendía, si es posible con el mínimo esfuerzo.

Pero cuidado podemos estar incurriendo a menudo en los mismos vicios: dividir el aprendizaje más por métodos que por contenidos u objetivos a alcanzar; fundir el método con el lugar físico donde se lleva a cabo; hablar del blended como si hubiéramos descubierto la panacea; confundir el e-learning con la formación tradicional a distancia, simplemente porque el material se envía por red para ser impreso, o porque hay tutela telemática.

E-LEARNING EN LA ORGANIZACIÓN PARA PROMOVER EL CONOCIMIENTO
La actitud de los directivos es probablemente el factor individual decisivo en cuanto a la influencia que ejerce en el desarrollo de las TIC para el aprendizaje en las empresas. Los directivos no siguen ningún método científico para evaluar las necesidades, sino que suelen ser pragmáticos en lo que respecta a la formación. Además, las empresas carecen de formadores cualificados.

Muchas empresas desean distanciarse de las instituciones y de la educación institucional. A pesar de una tendencia a la flexibilidad en la formación profesional, las instituciones que imparten este tipo de formación en general todavía no logran satisfacer las necesidades de las empresas.

Las empresas desean ahorrar dinero, son muchas empresas las que afirman no poder seguir costeando la formación presencial. Por lo tanto, perciben el e-learning como una forma potencialmente económica y eficaz de formación de última hora.

A pesar de todo, diversos estudios han demostrado el escaso apoyo que proporcionan los directivos para la introducción del e-learning. Y lo que resulta sorprendente, demuestran que las empresas o los directivos de empresas apenas fomentan el desarrollo del e-learning en su propia empresa. Algunos temas a considerar son los siguientes:

• El e-learning no es una solución barata
La mayoría de los investigadores y muchos expertos se muestran inflexibles al afirmar que el e-learning no se puede considerar una solución barata. Es posible que haya economías de escala que recojan sus frutos en el futuro, pero incluso esto queda abierto a la duda. El e-learning debe justificarse por sí mismo, como un sistema que facilita el acceso a una formación continua o que ofrece entornos de aprendizaje más enriquecedores.

• Materiales de aprendizaje
El acceso a los materiales de aprendizaje es un aspecto fundamental en el desarrollo y la implementación del e-learning en las empresas. En general hay una carencia de contenido multimedia educativo procedente de fuentes institucionales, profesionales e industriales en los sectores editoriales, de la enseñanza y del software educativo.

• Tecnología y estándares
La principal función de la plataforma de aprendizaje informatizada no sería proporcionar materiales, sino facilitar la transformación y la comunicación de ideas en forma de conocimientos. El entorno de aprendizaje basado en el ordenador o en las TIC sería ante todo una herramienta de proceso que favorecería la creación y la transformación de conocimientos. La enorme ventaja de este enfoque es que, de este modo, los materiales de aprendizaje reflejan y respaldan los diferentes contextos en los que tiene lugar la formación dentro de las empresas.

Las primeras plataformas de aprendizaje solían crearse y mantenerse localmente. Sin embargo, recientemente existe una tendencia a la adopción de plataformas desarrolladas por empresas privadas del sector del e-learning. Pero, por lo general, éstas no satisfacen las necesidades de las empresas.

Para ser eficaces y accesibles para las empresas, los sistemas y las tecnologías de aprendizaje deben formar parte de redes amplias de desarrollo de conocimientos compartidos. Es importante que sean compatibles con los estándares emergentes para los materiales de e-learning a fin de permitir una interoperabilidad y que se puedan compartir los esfuerzos de desarrollo, así como para facilitar la localización.

• Nuevos paradigmas
El verdadero reto consiste en dejar de pensar en términos de los paradigmas existentes de aprendizaje y de e-learning. Un nuevo paradigma que convendría abordar es la naturaleza del conocimiento tácito frente al conocimiento explícito. Hasta ahora, el e-learning se centraba en el aprendizaje de lo explícito y en la reproducción de cursos tradicionales a través de medios digitales.

No obstante, la mayoría de los estudios realizados sugieren que, al menos para los trabajos especializados, el conocimiento tácito es el más importante en el ámbito laboral. La cuestión es cómo se pueden utilizar los sistemas y las arquitecturas del e-learning para favorecer el desarrollo de conocimientos tácitos y compartirlos.

Un segundo punto que hay que tener en cuenta es la tensión existente entre el aprendizaje individual, que el e-learning tiende a favorecer, y el carácter social de la enseñanza más tradicional. La dimensión social se ha reconocido como un importante motivador e impulsor para muchos alumnos; un entorno social positivo puede mejorar la eficacia del aprendizaje, además de permitir una gama más amplia de metodologías.

En tercer lugar, si desarrollar nuevos conocimientos y poder compartirlos son cuestiones importantes para las empresas y si el e-learning, o mejor dicho, los recursos electrónicos deben ser un medio para conseguirlo, debemos analizar la naturaleza de las interacciones en el e-learning y desarrollar nuevos procesos y soluciones. Esto requiere un cambio de tendencia hacia un nuevo paradigma de formación continua que se base en la aplicación de nuevos principios de trabajo.

En cuarto lugar, se encuentra la cuestión de cuál es el problema que el e-learning está intentando resolver. ¿Es beneficioso para las empresas en la fase actual de desarrollo técnico y pedagógico?... Es evidente que las empresas utilizan las TIC para acceder a la información, pero consideran este proceso como algo muy distinto de contratar cursos de e-learning. Algunas empresas creen que necesitan el e-learning, pero no saben exactamente para qué. En muchos casos se ven arrastradas por la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías de la información, pero la falta de integración con el e-learning está frenando su progreso.

Por último, una cuestión aparte es cómo convencer a los propios empleados, más que a sus jefes, para que utilicen las nuevas tecnologías de aprendizaje y cómo conciliar las necesidades de aprendizaje individuales con las colectivas. Es decir, ¿cómo podemos resolver la paradoja de proporcionar placer, sostenibilidad y beneficio al mismo tiempo?...
Edición y Comentarios: Marita Venturín Del Piero
consultor-externo@uolsinectis.com.ar


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